Buscar este blog

domingo, 2 de agosto de 2020

DOMINGO DE VIÑETAS. ¿QUÉ SIGNIFICA SER HUMANO?


Vaya preguntita, ¿verdad? Es la que confecciona, entre otras cosas más, Akihito Tsukushi en su Made in Abyss. La odisea en la que se embarcan Riko, Reg y Nanachi en busca de la madre de la primera en el abismo, es por tanto una aventura física pero también se tornará existencial.

 
Esta viñeta en el capítulo sexto del primer tomo lo explica perfectamente. Riko tiene ante ella la entrada al abismo y desea encontrar respuestas a sus preguntas. A partir de ese momento ya no sólo pertenecerán a la niña, el lector/a tendrá que estar preparado para descifrarlas conjuntamente. Es un gancho perfecto para alimentar el suspense, para mantenernos adictos a la aventura. Y, francamente, nos encontramos hasta ahora, porque la historia está inconclusa todavía, con una que merece la pena. Abordaremos los cuatro primeros tomos, editados aquí por la editorial Ivrea, los cuales más o menos corresponden a la primera temporada de su adaptación al anime, o sea que para aquellos que no hayan leído el manga y si hayan visto el anime no les destripo nada y para aquellos como yo, que primero conocieron la ciudad de Orth en papel antes que en imagen en movimiento, pues lo mismo. Otra cosa será penetrar en los siguientes cuatro tomos que quedan, por ahora, y que a expensas de la segunda temporada, me hagan forzosamente que soltar algún que otro spoiler pero ya veremos.


Creo que en un primer capítulo además de las consabidas características narratológicas, como la presentación de los personajes o esbozar el camino al primer punto de giro del relato, existen otros elementos que nos pueden ayudar a comprender mejor las intenciones de sus creadores. ¿Cuáles serían esas otras herramientas? La atención en el detalle nos puede ser muy beneficiosa. Esto lógicamente pasa cuando la obra en cuestión, del formato que sea y por las razones que se presten a cada uno, exude un cierto misterio que nos haga seguir los sucesivos acontecimientos. Bien en la primera página del manga, después de un didáctico índice, tenemos a Riko en estado puro. La pureza, de la que hablé en el anterior post rememorando Nausicaä, es literal. Riko es la protagonista del relato pero además es una niña, y en cómo está dibujada, en cómo está diseñada, nos hace recordar el estado puro de la inocencia, de la inconsciencia primigenia evolutiva humana. Si la hacemos caso, puede regalarnos alguna pista acerca de la intención de su viaje. En la primera viñeta del manga vemos un extraño objeto, una Brújula Estelar, sostenida por su mano. Si seguimos leyendo, nos dice que el objeto es una reliquia, "un misterioso artefacto", "que siempre apunta a los confines del cielo" pero estamos totalmente equivocados, delante del rostro de Riko nos dice que "su verdadero significado es otro" y es que en vez de apuntar al cielo lo que hace es apuntar al, abismo, es decir, al inframundo, al infierno. Lo escribo en negrita porque, después de haber leído los ocho tomos, uno está más cerca de esa afirmación que de la del paraíso, pero insisto que al ser una narración no terminada, puede que las cosas cambien. Porque de eso trata esta primera página y estas viñetas. Nos conmina a no estar seguros de nada. Si nos detenemos en esa Brújula Estelar que sujeta Riko y le diésemos la vuelta, subvirtiendo su significado, puede que comprendamos mejor algunas dudas que se nos pueden plantear a lo largo del trayecto. ¡Hagamos caso a Riko entonces! ¡Alteremos Made in Abyss!


¡Hecho! Seguimos en el mismo sitio, el capítulo sexto del primer tomo, y a la viñeta que representa el abismo en sí, le he dado la vuelta como si fuese la Brújula Estelar de Riko. Las cosas se trastocan, no viene mal, sobre todo para uno que ha leído el relato de Tsukushi unas cuantas veces. Me siento como sus personajes, iniciando un viaje que no sé muy bien a dónde me llevará.


Tanto que hay un abismo que explorar lo que habrá que hacer es descender en él, ¿no? Pero y si en vez de encontrarnos con un descenso lo que tenemos que hacer es elevarnos, escalar, más bien, ascender. Al girar el mapa del abismo, el propio fondo queda visualizado en el tope de la viñeta y ahora lo que más importa no es conocerlo sino ver que el fondo se ha transformado en el propio punto de partida, en la ciudad de Orth. La narración adquiere un carácter involutivo. La historia se ha detenido para comenzar un retroceso intentando contestar a esa sencilla, y al mismo tiempo compleja, pregunta del encabezado de este post. Así que dejemos de mirar al abismo, es el abismo el que nos está mirando, o mejor dicho, no es quién mira hacia abajo si no quién lo hace hacia arriba.


Bueno en nuestra mentalidad cristiana, arriba solo puede estar Dios y eso es lo que pregunta la Inamovible Ozen a Reg, en esta viñeta del segundo tomo. Conocer aquello en lo que puede creer el ser humano, aproximarnos a su creencia, a su religión, puede ayudarnos a entenderlo mejor. En Historia, se estudia esos parámetros para poder discernir cómo fueron nuestros antepasados y no sólo me refiero al orbe cristiano, sino también a investigar en lo que creían, por ejemplo, los hombres y mujeres que vivieron en Altamira. El budismo o el confucionismo, entre otras muchas doctrinas y religiones orientales, posicionan a la divinidad de una manera diferente a la nuestra pero la señalan como nosotros, creen en ella, creen en algo. Ser humano es pensar en la posibilidad de una creencia, en la hipótesis de una alteridad, la existencia de una suprarrealidad, pero hay más.


A lo primero que se enfrentarán Riko y Reg, nada más pisar la primera capa del abismo, como lo confirma esta página del primer tomo, no será a ninguna bestia sino a algo muy humano, al hambre. Después de un esfuerzo viene el descanso y después, la tripa llama al rancho, como la hace la de Reg. Es curioso como en muchos mangas, entre persecuciones, luchas, descubrimientos y otras acechanzas, aparecen momentos de ocio culinario. En Made in Abyss hay unos cuantos. Los personajes comparten su tiempo cocinando. Se hace difícil compartir estos momentos con otros heroicos, quizá más cercanos, más normales. En nuestro caso la cocina funciona como catalizador de esa proximidad íntima con sus protagonistas. Es decir su cotidianidad hace que sean más reales, los momentos privados se suceden con aquellos más espectaculares. Ser humano es responder a su necesidad fisiológica y alimentarse es una de ellas. Cuando conozcan a Nanichi, el festín gastronómico se amplificará.


Esta viñeta corresponde a su presentación al final del capítulo veinte del tomo tercero. De alguna manera, el personaje ha venido para acompañar a nuestros náufragos héroes, de ahí lo de "os he venido a consolar" pero también le envuelve un halo inquietante con ese diseño de primerísimo primer plano. No reconforta tanto la cercanía como inquieta y es que Made in Abyss también posee un lado siniestro. A veces explícitos, llegando a lo que algunos han llamado "torture porn" y otros sugeridos. La pérdida de bondad, la inclusión del altruismo, los hechos directos sin metáforas, como son, por ejemplo la representación de una muerte o la intervención para curar una herida pueden llegar a herir nuestra sensibilidad. Esa oscuridad latente, no sólo en el abismo también presente en el orfanato Belchero en Orth indica que siempre hay que estar atento, que siempre tenemos que estar preparados, puede que no sea para algo peor pero si para algo distinto, para algo que no estemos acostumbrados a ver, a soportar. El elemento del esfuerzo es otro inherente al ser humano, su capacidad de resistencia también lo llega a definir con su intelecto. ¿Hasta dónde soy capaz de llegar? Bueno, hasta que no empiezas a recorrer un camino no sabrás cuanto has andado, Antonio Machado lo expresa mejor en sus proverbios y cantares: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar."

  
La aparición de Bondrew desata todas las incertidumbres en el tomo cuarto, ya nos lo dejó entrever Nanachi con sus recuerdos en Idofront, su baluarte, en el tomo tercero pero aquí se hacen realidad y si bien los anteriores enfrentamientos, podríamos llamarlos como calentamientos, me estoy refiriendo al que mantiene Reg con Ozen al final del tomo segundo por ejemplo, con el Señor del Amanecer todas las expectativas se trastocan. Esta viñeta al final del tomo cuarto es paradigmática al respecto. Tenemos a un personaje que hace cosas malas pero las realiza como si no las estuviera haciendo. Actúa cruelmente pero sin parecerlo. Es su insolente capacidad de conmoción ante el otro lo que le hace experimentar una y otra vez, llegando a momentos extremos pero con una sutilidad casi misericordiosa. En la viñeta está sujetando a la que dice que es su hija Prushka. Por un lado tenemos esa cola que le sale por el lado izquierdo de la viñeta y por el otro, parece proteger a la niña. La posición de confortabilidad y desamparo la señala la propia postura de Prushka, que parece estar en una nube, balanceándose. El adjetivo reptiliano de la cola nos retrotrae a la maldad judeocristiana representada en la figura de la serpiente y en el otro extremo, somos testigos de una imagen casi de piedad. Bondrew parece ser la encrucijada entre el bien y el mal, entre la moral y la amoralidad, entre lo que se puede hacer, lo permitido, y aquello que está prohibido. Puede que esté hablando de la actuación del ser humano, de su posicionamiento a un lado u al otro. Ser humano también es saber elegir por qué lado vas en la vida y cómo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario