Cada vez queda menos para la publicación de la novela, y me encuentro en
pleno proceso creativo con mi montador, Dani Poza, acabando los montajes de los
Book Tráileres. Hemos acabado dos de los tres que quiero hacer y el resultado
es bastante satisfactorio. La verdad es que el proceso de creación y montaje de los tráileres
ha sido un trabajo fascinante, y al mismo tiempo, desafiante. ¿Cómo hacer un
tráiler de un libro? Esa fue la primera pregunta, obstáculo, al que me enfrenté
a la hora de trasladar los temas de la historia a imágenes, porque es ahí donde
reside el secreto, o uno de ellos, en su focalización argumental. No se puede
hacer un tráiler de un libro, simplemente grabando a una persona leyéndolo o,
de una manera surrealista, pasando las hojas delante de una cámara. O quizás si
se puede pero no se debería, según mi opinión. Lo que hay que hacer es,
preguntarse uno mismo de qué es de lo que de verdad trata la novela, de qué va.
Solamente de esta manera se puede realizar un diagnóstico de la misma,
separando el contenido de la forma. Podemos hacer la prueba en todas aquellas
novelas que nos han gustado y preguntarnos qué cuentan exactamente y después
elaborar una serie de imágenes, a ser
posibles originales, que te recuerden la lectura. Una vez obtenido el icono
solamente hace falta montarlo con una cierta exquisitez cinematográfica y ya lo
tienes. Puede parecer sencillo pero a veces no es tan fácil. De hecho ahora
mismo me encuentro bloqueado con el tercer tráiler, encontrándome en una
encrucijada donde no sé a qué lado girar. Pero bueno eso también puede a llegar
a ser arrebatadoramente producente con tu creatividad, multiplicándose ante la
adversidad. En cualquier caso, os hablaré de los otros dos tráileres que ya
están en proceso de ir a YouTube y que cuando se cuelguen os lo haré saber.
El primero de ellos es el que más dura, unos dos minutos y nos ha costado
alrededor de una semana poder finalizarlo. Era el más laborioso de la trilogía,
aquel que queríamos que presentase una estructura narrativa enumerando los
temas que trata La Caída de Dundee. A saber: opresión, esclavitud, esperanza,
misterio, aventura. Pero ahí no acaba el
asunto. A su vez esas palabras tendrían que funcionar como satélites orbitando alrededor
de sus significados expulsando una batería de sinónimos, exponencialmente. El
siguiente paso fue indagar sobres esos significados transformándolos en significantes
icónicos. Buscar palabras y anclarlas con su imágenes correspondientes,
siguiéndolas otras y otras, conformando sinestesias entre ellas. Eso en el
campo de la imagen pero ¿y en la música o el sonido? No voy a daros ejemplos
porque quiero que los veáis y los disfrutéis en el tráiler, pero tengo que
decir que si no hubiesen sido por estas dos disciplinas artísticas, el tráiler
no hubiese sido lo que es. En cuanto al segundo tráiler, es menos ambicioso en
su ejecución, pero sumamente enigmático, o por lo menos ese era el objetivo.
Uno nunca sabe por dónde va a salir su creación, sobre todo cuando esa diana en
su propósito subjetiva es un público objetivo. Dura alrededor de un minuto y
algo y prácticamente es un solo plano, o más bien, un movimiento.
Espero que pronto estén preparados para ser degustados. Y me despido con el
típico y tópico avance de nuestra próxima Sesión Continua, que la tenía un poco
apartada. Nos vamos a la frontera, al Oeste de la mano de Gordon Douglas y
William A. Wellman, ahí es nada.
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