Estaba tranquilo, no sabiendo muy bien cómo pasar el
resto de la tarde del Domingo. Pero una bombillita se encendió en mi cabeza. Puse mi colección de bandas sonoras del Dr. Jones a todo volumen y saqué de
mi baúl lúdico uno de mis juegos de mesa favoritos: The Adventurers. El Templo de Chac. Así que lo que vais a leer y
ver (las fotos son procedentes de mi móvil, así que perdonad la calidad de algunas) es la crónica por capítulos de una
partida de este divertido juego, referencia y parafernalia del cine y literatura de aventuras de todos los tiempos.
Como ya os dije en anteriores post, La Caída de Dundee. (VII). Juegos de Mesa. Motores creativos y La caída de Dundee. (XI). Juegos de Mesa. Motores creativos. Segunda parte, creo que la
inspiración se puede encontrar en cualquier parte y para un servidor, este
juego y su esquema, que fácilmente se puede terminar en una hora, representa mi
Dorado creativo particular. Cada vez que me bloqueo en alguna de mis historias,
ya sea acerca del Blog, o de Minvs, siempre está allí, ocupando un sitio
privilegiado en mi estantería de mi ludoteca secreta. Su preparación (despliegue
del tablero y colocación de los diversos accesorios) me hechiza cada vez que lo
hago. Aquí os adjunto un plano general del mismo. Como podéis observar, además de estar rodeado de innumerables fichas, cartas, figuras de los aventureros y dados, el tablero en sí se encuentra dividido en varias zonas que iremos viendo detenidamente, a medida que avance la dinámica del juego. Se empieza en La sala de los Muros, se prosigue por El Corredor de la Roca, después viene La Sala de la Lava, El Río Subterráneo y La Cascada, sin olvidarnos del temerario Puente Colgante.
Sin más dilación, como si fueseis a ver un serial de aventuras,
acompañadme a desentrañar los misterios que encierra este templo escondido en
el corazón de la selva guatemalteca.
Ya habéis visto el escenario y ahora empezaremos con una escueta presentación de los personajes.
Un grupo de famosos arqueólogos y aventureros están a punto de explorar el
antiguo templo maya del Dios de la lluvia Chac. El interior del Templo alberga
muchos tesoros pero, sin duda el objeto más preciado es aquel que reposa en una
hornacina de piedra. Es una talla circular esculpida de oro del
propio Dios Chac. Lógicamente además de las riquezas que podamos encontrar,
existen innumerables peligros a los que hacer frente. Mi grupo de aventureros los elegí al azar y han sido estos. Los he dividido en dos grupos pero su independencia es total, nadie se moja por nadie y menos en este juego.
El primer grupo está compuesto por Bill Baker (el situado a la izquierda de la imagen). Parece ser que es un famoso y fortachón arqueólogo, pero también lo envuelve un fanfarrón tufo conservador americano representado por esa bandera ondeando en su carta de personaje. El siguiente es Markus Bassier, un criminal que solo le motiva una cosa, el dinero y por último Arely Tamay, una descendiente de un noble maya que posee una ventaja con respecto a los demás y es su conocimiento maya de los jeroglíficos del interior del Templo. Ya veremos.
El segundo grupo lo conforman Mustafa Ibrahim, (también a la izquierda de la imagen) hijo de un caravanero del Sahara, su resistencia en climas adversos, como el desierto lo pueden reportar algún que otro beneficio. La segunda integrante es Nicole Lagger, una aventurera audaz y por último Puccio Cortese, un orondo marinero italiano, cuya virtud es el agua.
Cada uno posee una habilidad especial que lo puede ayudar o perjudicar en su búsqueda, según se juegue, conformando un variopinto grupo de aventureros. ¿ Queréis jugar?
Continuara...
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