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martes, 13 de marzo de 2018

UNA ODISEA FASCINANTE. EPISODIO TERCERO. EL SECRETO DE LA CREACIÓN.



Observar y caricaturizar. Mirar todo y a todos y pensar lo que les hace únicos.
                                                                                                                    Eric Goldberg.

El consejo que dio el codirector de Pocahontas (1999) a los jóvenes animadores en una de sus charlas nos abrió el telón para presentarnos a Christian, que dejó claro desde el primer momento su postura: “Nací con un lápiz”. Me explicó que de pequeño no perdió el tiempo y que cogía las Páginas Amarillas y empezaba a dibujar sobre ellas, aunque sus preferidas eran las Blancas porque no tenían dibujitos y todo era un campo blanco sobre negrita. Dejando a un lado la anécdota pero apoyándonos en la misma, su posicionamiento es revelador, para él “animar es crear vida”. Por eso, sin desmerecer como esencial la parte física de su trabajo, esto es, el conocimiento anatómico que lo emparejaría con el departamento hermano del Rigging, el acercamiento a un trabajo más psicológico operaría mejor en su proceso (muy recomendable es su canal de Youtube, Arte y Animación, presentando en algunos casos micro masterclass y en otros, apuntes prácticos pero muy elocuentes de su forma de aproximarse a su trabajo y de la labor que realiza, basta y ejemplar en el detalle parándose en lo más nimio pero también amparándose en la espectacularidad del medio). No anda muy desnortado nuestro animador. La palabra Animación proviene de una familia léxica latina que entronca con Ánima, que significa alma que conceptualmente simboliza el principio de la vida. Su trabajo consiste por tanto en uno que posee una sospechosa filiación de demiurgo. No solamente estamos hablando de la creación del personaje, su físico, sino también su interior, esa alma escenificada en un espacio y un mundo muy concreto. De alguna manera Christian, y no solo él (Glen Keane siempre ha dicho que es un actor con un lápiz), nos viene a decir que animar es actuar y para llegar a ese grado representacional, tiene que realizar un viaje místico a su rostro y su cuerpo. Esto que parece un homenaje al narcisismo es la clave de su sistema. Recordemos el detalle de los espejos de tocador en las mesas de los animadores o una pequeña sala adyacente al mismo departamento, empapelada de espejos donde habita el desaforo expresivo y la vergüenza se queda detrás de la puerta. Cuando finges, actúas, sientes y reflejas el sentimiento y un animador además de creérselo tiene que visualizarlo sobre su propio rostro o cuerpo. Una sonrisa o un alzamiento de cejas pero no es sólo eso. ¿Cómo dibujar una sonrisa ladina o un arqueo de cejas? Se trata de seguir un patrón para conseguir obtener el mejor resultado de una expresión fácil o corporal, de una manera precisa pero no forzada, natural y estética. Pero ojo, puede traer consecuencias en tu vida. Christian me dijo que su madre cuando ve algunas de las películas en las que ha trabajado como Planet 51 (Jorge Blanco, 2009), ve a su hijo en sus andares o en sus modos de expresión. Es como decía el gran  dibujante Al Hirschfeld: “Puedes conocer quien es tu amigo aunque este a cinco manzanas de distancia. Lo sabes por cómo se mueve, como carga sus hombros con su peso.



                                                                                                             CONTINUARÁ...


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