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miércoles, 13 de marzo de 2019

La crítica en construcción. Una incursión periodística.


Tocaba mutar el tono de una crítica especializada en uno de carácter divulgativo. O al menos entendí, que habría que dejar de lado el análisis más sesudo para ejercer al periodista que todos llevamos dentro. Por lo tanto, lo que arrastré conmigo fue el poder de la fuente periodística. Quizá me pasé, sobre todo contemplando el tamaño de la crítica, pero me resultó importante para su andamiaje. Las palabras de Del Toro funcionan como interesante punto de partida porque no son huecas, están cargadas de una intención que, quizá, fue lo que más le pudo ayudar a realizar su décimo largometraje. Por tanto la presencia de las mismas se tornó nuclear

Una cuestión de mirada.


Una limpiadora trabaja en un laboratorio cuando descubre a una criatura a la que intentará salvar, a riesgo de perder su propia vida. La forma del agua (The Shape of Water, Guillermo del Toro, USA, 2017) no trata de eso, sino de “lo que pasa con lo que trata.”*

A continuación, vendría otro elemento que pondría en tela de juicio el punto de vista: una polémica suscitada por un posible plagio en la producción norteamericana. De alguna manera se filtró la actualidad en la crítica, cosa por otra parte, de la cual se alimenta el periodismo.

El relato del film sigue al del cortometraje The Space Between Us (Marc S. Nollkaemper, HOL, 2015) pero, lo que algunos han querido ver como plagio, no es más que una coincidencia argumental. Lo que les diferencia es una cuestión de mirada. Desde la elección temporal de la trama, (“A comienzos de los años sesenta del siglo pasado, Estados Unidos empezaba a forjarse el mito de la abundancia suburbana, de los coches, de la carrera espacial […]. América creía ser grande y aparentar un progreso.” *) hasta la selección de sus personajes, representaciones de la “otredad”, todo pasa por un filtro formal.


No me quería olvidar, aunque sea solamente, del análisis formal que tiene el film, así que ahí va una cosita.

En el primer viaje de la protagonista a su trabajo, se ve una sucesión de planos que nos hablan de una progresión. Elisa (Sally Hawkins) mira unos zapatos y después pasa por una tienda con infinidad de televisores, hasta llegar a un banco donde esperará el autobús. La secuencia dura unos segundos pero tiene su miga. Primero el deseo de poseer los zapatos, dibujado en el rostro de Elisa, y después la presencia del ente catódico hasta llegar a sentarse junto a un hombre obeso, sosteniendo una voluminosa tarta. Son una sucesión de planos de transición que se tornan clarividentes. La televisión funcionará como conductor- narrativo amplificando la idea de que “USA se está definiendo a través de una mitología mediática, la transformación de cómo un país se mira así mismo a través de la televisión, el cinematógrafo, el musical…”*. Y el personaje orondo bien podría representar esa concepción de la abundancia americana con ese pastel que solamente parece ser comido por él mismo.


 Y es que los personajes de la película viven en una cierta soledad. Son parásitos sociales que solamente son felices cuando se abstraen de una sociedad que genera exclusión racial y sexual. Empezando por Elisa y su vecino Giles (Richard Jenkins) y finalizando con Zelda (Octavia Spencer) y la bestia, todos escenifican al “otro”. Conscientes de sus limitaciones (Elisa además de muda es una mujer rozando el mediodía generacional; Giles es homosexual y Zelda es negra) pero que no se genuflexionan ante sus adversarios. Elisa posee una voluntad férrea, Giles apela a su carácter irónico y Zelda tiene… a su Brewster.

Para nada estaba en mi idea acabar con un chascarrillo, sino simplemente finiquitar el texto con la enumeración de una serie de características, armas, que poseen lo personajes para enfrentarse al verdadero monstruo de la película, que no es otro que Richard Strickland (Michael Shannon). Aunque es cierto que contiene un tono ciertamente irónico, solamente para el que haya visto la ficción.


*Palabras dichas por el director en el Fest. Int. de Cine de Morelia (28/10/17).

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