El utilizar la palabra migaja me hace recordar a algo insignificante, casi imperceptible, pero que esta ahí. Esas pequeñeces serán, a partir de ahora, los trailers. ¿No os ha pasado alguna vez que son mejores que la propia película que lo prologaba o, rizando el rizo, a veces son mejores que la propia ficción que representan? De duración minúscula, han sabido aglutinar en un corto espacio de tiempo todo aquello que de verdad es nuclear para la historia y en algunos casos, y esto es un aviso para navegantes, se han podido colar entre su estructura, planos que no estaban ni siquiera en la propia película. A mí me ha pasado, que observando el tráiler dentro de la edición de cualquier película en Dvd o Blue-ray, me ha parecido ver algo que no había visto en el film y después de verlo y re verlo, resulta que no existe, que es como un nimio espejismo de lo que podría haber sido y no fue la película.
Los dos primeros que presentaremos serán aquellos que componían la primera se las sesiones continuas:
-La Ciudad de Oro del Capitán Nemo. (James Hill, 1944).
-Deathstalker. (John Watson y John Sbardellati, 1983).
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