La paranoia funciona como elemento dramático emplastado en las tramas de nuestras series. En Firefly, los resortes que posibilitan el funcionamiento de la perturbación mental, son los mismos que habilitan el mecanismo narrativo, adentrándonos en el pasado de River y Simon, dos de los tripulantes de la Serenity que aún quedaban por ser explorados. En cambio en Warehouse 13 percute en el pasado de Artie, que a su vez repercute en el progreso de la trama hasta presentarnos al verdadero antagonista del show, el misterioso MacPherson. ¡Volvámonos locos!
Siempre existe alguna secuencia por la cual pivotan el resto, ya sea un capítulo de una serie para televisión o una película. Es un momento central donde se concentra todo lo que ha pasado hasta ese momento y se expandirá hasta su final. En Safe, podríamos ubicarlo en la secuencia de baile que tiene como protagonista a River y a unos aldeanos. Ya hemos visto antes un ejemplo de cómo vivían los dos hermanos con sus padres y cómo ya potenciaban sus aptitudes desde pequeños.
Simon descubrirá que su hermana posee poderes que le son inexplicables. Atributos que harán ser perseguidos por la Alianza hasta que se escondan como pasajeros en la Serenity. Esa amenaza alimentará la sobreprotección en Simon, configurándose en un ángel de la guarda para River o eso es lo que él cree, conformándose en su interior una especie de paranoia que le hará ver amenazas continuamente en cada rincón del espacio y al mismo tiempo, cuestionándonos quién de los dos hermanos es el que está enfermo, si la protegida River o el protector Simon. Cuando la joven desaparezca de su control, el joven médico la buscará desesperado por un pueblo donde han ido a parar para intercambiar un ganado (Shindig). Simon se adentrará en un callejón oscuro, representación de su estado de preocupación ante la desaparición de su hermana, hasta que de con ella en un claro donde un grupo de aldeanos se han congregado para bailar. Hemos pasado de la tenue oscuridad filtrada por los rincones del pasillo, a la claridad del cielo abierto. Joss Whedon nos ha hecho realizar un viaje a la más profundo de nuestra congoja o a la del personaje, para descubrir que el miedo es una de las sensaciones más fabricadas en la inseguridad y en la falta de confianza en el otro. Nos ha enseñado un momento irrevocablemente descorazonador y esperanzador al mismo tiempo que nos conduce a la secuencia del baile.
Un perfecto ejemplo de ensamblaje narrativo incrustado en su propio desarrollo que además se pliega a las secuencias que tiene alrededor. Alimenta a la que la antecede (el enfrentamiento por el ganado entre Mal y unos cuatreros espaciales) como la que la precede (la captura de los hermanos por un grupo de campesinos que necesitan un doctor). Si la borraríamos de en medio, el ensamblaje se caería por su irracionalidad significativa.
El afán protector de Simon por River le descubrirá algo. No solo hay que tener ganas de poner a salvo a alguien sino que encima, si no estás rodeado de amigos, las posibilidades son paupérrimas para lograr el objetivo. La aparición de Mal y su tripulación, al más puro estilo Far-West salvándoles, es muy sintomática al respecto. Incluso se podría analizar en algunos planos el rico muestrario significante como en la imagen de abajo.
En el plano se encuentran Mal y Zoë, dos compañeros de armas y oficio diferentes entre sí pero unidos en la lucha. Bien podría representar dos elementos antitéticos por naturaleza, la luz y la oscuridad, y por moral, el bien y el mal. Es prodigioso como un elemento estético, un fogonazo lumínico, puede dividir el plano en dos partes, ¿la normal y la anormal?
Artie regresa a la primera línea de batalla en Implosion, uniéndose a Mika y Pete en busca de una catana. Pero el efecto es una mascarada, otra de sus muchas que le llevará ahondar en su pasado, haciéndole ver que quizás su enemigo más aterrador haya regresado. La amenaza revuela en Artie. Incluso aunque la señorita Frederic no le crea. Pero él tozudo, tema lo peor investigando el "modus operandi" de los atentados con pequeñas bombas de implosión, descubriendo que quién está detrás no es otro que su némesis y antiguo compañero de fatigas, el señor MacPherson.
Los peores presagios perturban a Artie hasta desbordarle. Lo que eran presunciones se han convertido en realidad en un hangar privado. Un combate entre dos genios se reproduce en el frío y solitario lugar. Una catana por medio (el objeto a recuperar del episodio) involucra a dos hombres diferentes en sus objetivos pero que tienen estrecha relación con todo lo que ha pasado en el almacén 13. La presentación de MacPherson se ha hecho con todos los honores.
El filo de la catana divide su rostro. Sobre un lado se refleja cierta claridad de algún foco despistado del hangar y sobre el otro, la sombra lánguida de la hoja japonesa empañando la otra parte de su faz. Luz y oscuridad se confrontan en MacPherson pero existe algo que le perturba, algo oculto y que lo alimenta. Se refleja en sus ojos, es su determinación para acabar con su rival o para avisarle que a partir de ahora las cosas van a ser más difíciles.
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