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jueves, 27 de marzo de 2014

LOS TEMÁTICOS DE MARZO'14. DE ESPADACHINES Y OTROS MENESTERES. PASANDO EL LUDOMINGO EN CADWALLON. CAPÍTULO 7. EL MERCADO DE LOS PERISTAS.

 

"Ni siquiera la luz se atrevía a pasar por ese callejón, cubierto de telas y lonas que dispuestas caóticamente, unas encima de otras, conformaban un cielo plomizo, encapotado de multitud de parches con colores opacos. Las luces de los candiles y las velas, consumiéndose lentamente, ubicadas en las húmedas y derruidas paredes, amplificaban la tonalidad sombría del minúsculo lugar. Un espacio pequeño en dimensión pero grande en cuanto a su finalidad, el trueque de cualquier cosa y en especial ducados, celebrado todos los domingos en alabanza de alguna deidad necromante. Cuando ponías un pie en el mercado, se hundía en el fango de la calzada a medio construir, dando a entender que estabas pisando un sitio olvidado y recóndito ajeno a las autoridades de Cadwallon. A ese sitio nos hemos dirigido, en busca de cambio para nuestros ducados obtenidos durante todas nuestras aventuras anteriores. Esperemos que podamos contarlo porque otra de las incertidumbres a la hora de penetrar en este oscuro lugar, es que muchos ojos te ven entrar pero ninguno salir."

No viene mal cambiar de sistema, sobre todo en los juegos de mesa, y la estrategia del Mercado de Peristas con respecto a otras aventuras en Cadwallon, venía con singularidades diferentes.


Primeramente la determinación del jugador inicial, cada vez que se cambiaba el turno, añadía un desafío extra a la misión, intentar obtener el máximo de tesoros y además con un aliciente, y es que en esta aventura no había alarma, solamente ese par de despistados milicianos que ya conocéis.


Vane mandó a Iris en busca de cerrojos, que como podéis observa en la planilla de aventura un poco más arriba, eran los primeros tesoros. Pero rápidamente apareció ese pesado de Valrut intentando hacer su recolección un poco más desagradable.


Y claro, ya que estamos dentro de Los Temáticos de Marzo,"De Espadachines y otro menesteres", pues un ejemplo de choque de filos. Ya lo sé, son solamente un par de ducados pensó Vane, pero después de la paliza que la di en el capítulo anterior, no podía dejar pasar la oportunidad de ganar esa miserable cantidad.


Mientras tanto Leona se guarecía en la torre de Hechicería (como podéis ver arriba) buscando más tesoros, y es que al final de esta aventura, si alguno de los ladrones se encontraba en algún lugar, espacio o habitación con el símbolo correspondiente dibujado, podría multiplicar sus ganancias.
Y os preguntaréis que dónde se quedaron Anays o Lucius, pues bien opté por no arriesgar mucho en esta ocasión, dejando a las ladronas de Vane a merced de los milicianos. Como resultado, ganó esta vez:


No se llevó tanto como un servidor en la aventura anterior pero bueno es una ayudilla para encarar el capítulo final.
Continuará...

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