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miércoles, 1 de mayo de 2019

La crítica en construcción. La "crítica" de una "crítica".


Bien, ya estamos en construcción otra vez y lo hacemos para criticar a la crítica. Si, efectivamente, vamos de perogrullada. Al principio pensé, ¿quién soy yo para criticar a otro crítico? Bastante tengo ya con la película de turno ¿no? Así que ni corto ni perezoso decidí criticarme a mí mismo. Con ese sí que puedo meterme, seguía cavilando. De esta guisa, elegí mi primera crítica publicada en papel de la revista Scifiworld.



La deriva referencial.

Pareciese que desde el principio, el autor estuviese interesado en “otras cosas” aledañas al relato de En tiempo de brujas (Season of the Witch, Dominic Sena, USA, 2011). Es decir, se nos invita a mirar a otra parte y lo deja muy claro cuando tilda el guion de vacuo, exponiendo un par de ejemplos narrativos, y sonando altanero, decidiendo que lo mejor es hablar de otros contenidos. Bordeamos un terreno peligroso, el de la deriva.
Empieza el artículo con una cita buscando aliados en su propósito. De alguna manera se está cubriendo las espaldas nombrando a alguien conocido o famoso que le reporte una cierta seguridad y, apoyándose en la manida explicación de la inversión monetaria no asegurando un buen resultado de ingenio y creatividad, se aventura, timorato, a través de la sinopsis del film. Pero enseguida se aleja de la misma, tampoco parece convencerle y decide que ha llegado la hora de la soberbia y empieza a contaminar otras artes y pervertir otros conceptos que tienen que ver, o bien con la ambientación de la película, o bien con su contexto histórico. El primer afectado es el cómic, y más concretamente, el europeo. Es lo más fácil, ya que es el arte más conectado con el cinematógrafo, ya no sólo en su vertiente creativa, sino en la productiva, nombrando herramientas como los storyboards, o guiones en viñetas como deja entender. Después se pasa a la alta cultura con la HISTORIA donde empieza a desarrollar ciertos referentes que va enumerando, incluso, llegando a rozar el micro ensayo filosófico wikipediano sobre el medievo. Aquí el texto se hace más farragoso, con la proliferación de un ejército de comas que en vez de frenar la lectura, lo que hace es el efecto contrario, aumentarla vertiginosamente. Y por último utilizará la geografía como pretexto para describir una serie de espacios comunes de la película, los más recurridos, para hablar de la Edad Media.
Y bien, todo esto para detectar que la película es floja formalmente salvo en su etiqueta referencial. Un posicionamiento optimista frente al insulto, sacar lo mejor de uno mismo aunque la materia prima sea lo peor. Pero, ¿Y si fuera verdad? ¿Y si acaso no hubiera nada más allá de las imágenes que analizamos? ¿Y si solo hubiese una deriva? Una que salvaguarda la zona de confort referencial de un crítico.

Pero claro, esto no era lo que se nos pedía. El ejercicio autocrítico está muy bien pero había que criticar al "otro", así que cogí al editor en jefe de Scifiworld y lo puse mirando a la pared.





Amistades peligrosas.

Comenzar en tercera persona es peligroso pero hacerlo en condicional puede llegar a  lo absurdo. Da la bienvenida a  la prepotencia y allana el camino hacia el altar o al abismo.
En la crítica sobre Sucker Punch (Zack Snyder, USA, 2011) de Ángel Luis Sucasas en el número 37 de Scifiworld, el autor, nada más comenzar, se atreve a posicionarse al lado del director y ya en el segundo párrafo, sentencia que la película “es tu testamento cinematográfico. Es el film que te define más que ninguno como artista.”  No parece una crítica, más bien, una correspondencia con alguien que, no sé sabe si adoras u odias a un mismo nivel. Y es que este tratamiento casi epistolar al principio deriva en una verdadera “tierra de nadie” valorativa y, de alguna manera, hace que el posible lector quede confundido. No obstante, se puede ver marginalmente ligeros apuntes formales cuando escribe que “es el opus magna de un cine espectacular. No por su guion o sus ingeniosos diálogos, pues el primero es una excusa y de los segundos carece, […] sino que se convertirá en un hito por el absoluto, devoto y pornográfico culto a la imagen.”
Apoyándose en los efectos especiales y en el CGI, resaltará la importancia de Sucker Punch, detallando una serie de niveles narrativos dependiendo del proceso inmersivo de la protagonista en el relato. La osadía orgullosa del crítico llega a dejar perlitas como: “cada una de las cuatro secuencias en el tercer nivel (¿se referirá al desenlace?), son un tour de forcé y un testimonio del estado tecnológico y artístico del cine actual.” O, “Snyder ha podido rodar un monumento a lo cool y postmoderno que, estoy seguro (órdago “primerapersonal”), alcanzará su importancia y preeminencia cuando el tiempo haya dejado caer la arena necesaria.”

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