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domingo, 8 de noviembre de 2020

DOMINGO DE VIÑETAS. De gestos estratégicos.

   


Seguimos desentrañando las maravillas de una serie como Thorgal (J. Van Hamme y G. Rosinski) con su tercer volumen cronológico, en cuanto a realización se refiere, Los tres ancianos del país de Arán (1979), después de hablar un poquito de sus dos álbumes anteriores en el capítulo diez de Domingo de viñetas: Gestionando la información. En la web oficial del héroe nórdico, Thorgal. com, se dice que este álbum pertenece en solitario a la saga llamada, "El pueblo maldito", y aunque no será el único cómic en conformar un solo ciclo, si creo que es uno de los más interesantes en cuanto a cantidad y calidad se refiere. Además en esta aventura conoceremos por primera vez a la Guardiana de las llaves que más adelante será importante en otras sagas como la llamada "Hacia el norte". Pero no adelantemos acontecimientos, quedémonos en este enigmático país de Arán de la mano de Thorgal, y no hay que olvidarse, de Aaricia.

Entre otras muchas cosas porque el personaje dará un pequeño salto para desenredarse del role de actante pasivo y que gracias al devenir de la serie, comprobaremos que se irá tornando en activo, otorgándola una relevancia narrativa importante. Digamos que a partir de este tercer episodio, Aaricia se irá despertando hasta llegar al mismo nivel consciente de su compañero, y aunque sólo sea un rato en esta aventura porque pronto regresará al role-objeto (ser la damisela en peligro a rescatar), merece la pena resaltarlo porque pone sobre la mesa creativa de sus autores, una de sus claves para comprender el espíritu de su creación. Tanto Van Hamme como Rosinski van despacio, tienen a sus espaldas encorvadas de trabajar, muchos años de colaboración y durante este espacio denso han ido desarrollando sus propias características que a veces sobresalen de la propia viñeta, imperialmente majestuosas en su trazo pero también en su diseño literario, y otras veces hay que escarbar para hallar momentos, gestos que por sí solos son capaces de revelarnos innumerables opciones creativas por un lado, pero también posicionamientos sociales y políticos de su época por otro. Veamos uno.

Este gesto sucede al comienzo del álbum y tiene que ver con la viñeta 6 de la página sexta, que podéis ver en el encabezado de este post, y que nos muestra a Aaricia sobre el corcel de Thorgal, él mismo de pies, a su lado, y al enano Jadawin (génesis argumental del relato) próximo. De frente tienen el collar de Thajazi, que nos cuenta el propio Jadawin que quien suelte el collar con una sola flecha reinará en el país de Arán. El collar llama la atención de Aaricia y decide atreverse a realizar la prueba ante el asombro de todos. Primer posicionamiento, un tanto dudoso, la apreciación de lo estético reside en una mirada femenina, lo bello capturado por la atención femenina. Veremos que se convertirá en la trampa pero también en la solución a la estrategia que disimulan sus autores. El diseño de la disposición del collar aprisiona a la propia viñeta y será la propia actante acercándose quien aumente esa claustrofobia.

En la viñeta segunda de la página 7 armada con una flecha y ante el estupor de Thorgal detrás, Aaricia decida, y esto es muy importante independiente, entra de lleno en la diégesis "thorgalniana" para hacerse un hueco imprescindible en la serie. Y cómo lo hará haciendo gala de su ingenio, un sólo gesto valdrá para que la mujer deshaga las cuerdas que mantienen sujeto el collar de Thajazi. Y también será un aviso para navegantes para aquellos que decidan seguirla, en este caso será el propio Thorgal, pero más adelante también se incorporará a su senda, su hijo Jolan por ejemplo. Un gesto, un ligero balanceo que ocupará cuatro pequeñas viñetas dentro de la misma página séptima.

De igual manera que la viñeta que abría este artículo y presentaba el desafío, constreñía su propio espacio dividiéndolo en cuatro partes, serán cuatro microviñetas las que expandan el significado de la resolución de la prueba. No existe capacidad de fuerza, ni de brusquedad en el universo de Thorgal, aunque las haya y seamos testigos de las mismas, solamente triunfará el discernimiento y la sutileza del pensamiento representada en esos ligeros cortes danzarines para conseguir el collar mítico. Solamente Thorgal podrá superar las tres pruebas a las que se enfrente utilizando la misma estrategia. 

 

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