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domingo, 10 de enero de 2021

DOMINGO DE VIÑETAS. Edificando Diégesis.

 


Comenzamos la segunda parte o más bien etapa de este viaje que nos llevará, esta vez, por el territorio USA. Ya hablamos de nuestras intenciones exploradoras en la primer parte de este periplo. Así que sin más, comencemos y hagámoslo con una pregunta, una que puede ser respondida de muchas maneras y formas, pero que se torna esencial, primigenia: ¿cómo se construyen los relatos? Diseñando sus diégesis, esto que parece una perogrullada es primordial para acceder a la historia que queremos contar, y como digo, hay disímiles opciones de poder realizarlo, Isola (Image Comics y Planeta Cómic aquí) nos puede ayudar. El comic de Brenden Fletcher en el guion junto a Karl Kerschl, que también se encarga de los lápices junto a Msassyk, sin olvidarnos de la rotulación de Aditya Bidikar nos sumerge en un mundo de fantasía que nos puede servir para descubrir / desenterrar el término narratológico por excelencia. No existe historia si no hay un mundo, un universo, preparado para sustentarla, una argamasa que constituya el refuerzo perfecto para que no se caiga o derrumbe. El actante (otro término narratológico nuclear) vive en la diégesis y muere en ella, su geografía es como un espejo de su interior, lo que le rodea, incide en lo que está pensando. Es muy importante la acción / verbo reconstruir para poder desarrollar el azar, el alea que diría Noël Burch, y llegar a un buen puerto narrativo.


Antes de comprobar lo que nos regala Isola, veamos lo que la rodea, nos puede dar importantes pistas acerca de su diégesis. En Estados Unidos cada número se publicó con dos portadas, el detalle de más arriba corresponde a la portada que presenta a los diferentes personajes de la serie y la alternativa lo hacía sobre un momento concreto de cada cómic. En el número uno aparecía su protagonista, Rook del Círculo, un soldado que por circunstancias dramáticas acaba siendo guardiana y compañera de la reina Olwyn de Maar. He querido sobrevolar dicha portada y quedarme en un trozo de mapa que aparece en todas las que presentan a los diferentes actantes de la trama. Todas detrás poseen un trozo del mapa de la diégesis. En este caso, la región a destacar es la de la capital Maar, donde ocurren unos desagradables incidentes que desencadenarán los acontecimientos que leeremos. El mapa como elemento topográfico de lo "real", el contenedor perfecto de las aventuras de los personajes, sus desplazamientos, sus encuentros, sus descubrimientos, el baúl de viaje donde introducir lo imprescindible y esperar lo impredecible. Cartografiar el relato no es otra cosa que acotar la ficción, ponerla límites para después sobrepasarlos y transformarla en "creíble" para el potencial lector de la obra.

La otra característica valiosa a la que se aferra cualquier buena diégesis es una que va estrechamente ligada a la gramática de la narración. Parece otra perogrullada pero no lo es, quizá suene redundante pero sin un lenguaje no existe la comunicación, ya no sólo a nivel interno del propio relato, entre los actantes que la pueblan, sino a un nivel exterior, entre el escritor / el dibujante y el lector o espectador. Si mirásemos la foto que abre este artículo veremos el título de la serie y debajo la clave de todo lo que estoy diciendo. Un idioma subtitula la obra, la necesidad de ampliar la curiosidad de la diégesis, de este modo utilizando su propia sintaxis, sus propios parámetros gramaticales. Los cinco primeros números que conforman este integral llamado CAPÍTULO UNO, están repletos de palabras que no entenderemos, la mayoría de ellas insultos por lo tanto pertenecientes al lenguaje vernáculo, que enriquecen el texto. Pequeñas anotaciones que nos hacen repasar las páginas para poder llegar a comprender mejor su significado, comprobando que sólo se llega a ese grial comprensible si uno relaciona la situación(ones) en la que ocurre(n), es decir ayudado por el contexto.


                                                            (Páginas 4 y 5).

Momentos como el que se describen en las primeras páginas del prólogo de Isola, nos demuestran que estamos ante una obra madura de unos creadores que no sólo saben dibujar, diseñar y conceptualizar el cómic, sino que son garantes de su montaje, y por lo tanto, controlan su tempo. La página cuatro es calma, una conversación entre monarcas, la viñeta panorámica central quinta nos hace conocer mejor el conflicto que se irá desanudando. Es una amenaza representada sobre el rostro de la reina Olwyn, la tensión explotará en la página siguiente, con Rook luchando contra un supuesto enemigo. La página cinco es el contraste a esa calma, es la acción pura y dura, la que mata, el orden de sus viñetas es casi caótico. De una manera sencilla, que no fácil, los autores nos están diciendo algo parecido a lo que el escritor romano Vegecio expresó: Si vis pacem, para bellum (si quieres la paz, prepara la guerra). 

                                                               "Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum".

                                             Epitoma rei militaris. Prefacio del libro III. (Circa 390).

Un mapa, la palabra y la explosión de un mundo creativo a nuestros ojos. No es casual que volvamos a hablar de la editorial que nos sacó The Walking Dead (Robert Kirkman y Tony Moore) a la luz y de la cual hablamos en otra ocasión con relación a Low (Greg Tocchini y Rick Remender) y Ciencia oscura (Rick Remender y Matteo Scalera) en las dos partes de La FAMILIA en peligro. Image Comics nos muestra el camino a seguir, uno que finalizará en un valle misterioso...




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