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domingo, 18 de abril de 2021

DOMINGO DE VIÑETAS. La épica cotidiana. A propósito de BONE. Libro primero. III. Phoney Bone.

  


Seguimos encerrados en el maravilloso Bone. Libro I con este tercer episodio donde seremos testigos de cómo se reencuentran los dos primos. Recordemos que en los episodios anteriores (El mapa y Thorn respectivamente), los tres primos Bone (Fone, Phoney y Smiley) escapándose de su pueblo llegan a un extraño valle, pero no podrán explorarlo juntos mucho tiempo porque un misterioso enjambre de langostas los hará dividirse y será Fone Bone quien se convertirá en nuestro guía en esta obra maestra. Bone es un cómic épico, entre otras muchas cosas, porque entremezclado entre sus más de mil páginas podemos otear infinidad de referencias y, yo diría que incluso, descubrir cualquier género desde la aventura hasta el thriller pasando por el horror y la comedia, siempre teniendo en cuenta, eso sí, la criba americana, es decir, la asunción de que estamos ante una historia norteamericana donde sus homenajes y fundamentos caen en obras de esa misma cultura, desde el Pogo de Walt Kelly al Disney de las tiras cómicas, donde sobresale la obra de Carl Banks, sin menospreciar el Peanuts de Charles M. Schulz  llegando incluso al Matt Groening de Los Simpson, como vemos la referencia salta incluso de formato, del papel a la animación, y entronca una línea temporal vasta y fructífera. Como es lógico en una historia como ésta, la epicidad se irá construyendo paulatinamente, no empezando en el principio de la diégesis pero si gestándose poco a poco, descubriéndola curiosamente, ya no sólo en aquellos momentos trascendentales de la saga, las típicas batallas por ejemplo, si no también en aquellas situaciones que no lo parecen. Por tanto la cotidianidad se transforma en aliada del proceso.

                            (Viñeta 1, página 2 del capítulo tercero. Phoney Bone).

Nos encontramos con un despertar, antes ha aparecido una enigmática viñeta donde podemos ver a uno de los primos perdidos, Phoney, pero enseguida regresamos a Fone Bone desperezándose y lo hace en el interior de la cabaña de Thorn. Hay algo en esta viñeta que siempre me ha producido un cierto sosiego,sobre todo después de lo que ha vivido nuestro héroe, desorientado en el desierto, separado de su familia (sus primos), luchando contra mostrorratas, perseguido por el Dragón rojo y sin embargo, llega este momento de desajuste rítmico, una desaceleración narrativa donde veremos cómo dialoga con Thorn sobre un montón de cosas banales al principio, pero que descubriremos después, a medida que avance la historia, que forman parte nuclear del relato. Es como si el propio Jeff Smith nos dijese "que tranquilos" "que estamos empezando este viaje", preparándonos para lo que vendrá. Y cómo lo hace es una auténtica delicia. La sonrisa de Thorn mirando a Fone despertándose, las columnas de vaho que salen de las tazas y de la tetera, los bollos en primer término, el fuego de un caldero al fondo, demiurgo de la sombras que van poblando la habitación, conquistando las diferentes superficies de los materiales constructivos de madera y piedra. Va posicionando una serie de elementos cotidianos que nos hacen sentirnos como si estuviésemos allí dentro con los actantes. 

                           (Viñeta 2, página 17 del capítulo tercero. Phoney Bone).

Sin duda alguna, de lo que estamos hablando es de la forma, una representada excepcionalmente como vemos en la viñeta de más arriba. La manera en realizar el punto de vista narrativo, en focalizarlo, construyendo un aparato estético qué duda cabe, pero al mismo tiempo formal. Mirar al lector, como si los personajes estuvieran rompiendo la cuarta pared cinematográfica, dejando entrever restos de osadía creativa entrelazados en la propia dinámica del relato para hacer ejercer la herramienta más poderosa que tiene el ser humano, la imaginación. Algunos pueden ver en esto una simple omisión laboral, es decir, una vagueza en el trazo, llegando a una peregrina conclusión: la opción elegida es la más fácil, no dibujar, pero sinceramente creo que en nuestras cabezas se produce un efecto mayor si conseguimos imaginar cualquier cosa antes que observarla. Es una de las razones por las que el erotismo, la insinuación, siempre ganará a la pornografía, a la contemplación absoluta, y que conste que no me estoy refiriendo al tema sexual solamente. En este caso, Thorn y Fone Bone están esperando a la abuela Ben y parece que se aproxima a ellos, pero no lo hace sola, algo la acompaña. A partir de este momento, la responsabilidad creativa pasa al lector, Smith delega el hecho a su testigo para que él mismo imagine el suceso. La épica elevada a forma cotidiana.


                                                                                                                 CONTINUARÁ.... 

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